Puedo enlistar la cantidad de cosas que me han pasado desde que te fuiste, pero desde que llegaste lo supera con creces.
He rechazado dos grandes ofertas de empleo, buenos sueldos, prestaciones, estabilidad, pero todo eso ¿a cambio de qué?
Deje de lado todo eso, por un sueño, que poco a poco se materializa, pero que aún es incertidumbre, no estoy seguro de conseguirlo.
Todo comenzó cuando el amor fue mucho, demasiado, desbordante, crecía y crecía hasta que se convirtió en algo que no cabía en mis manos.
Y como tal, ese amor reventó nuestro mundo, esa burbuja que me cobijaba con tu mirada, con tus besos tiernos, con tus sonrisas sinceras.
Ese amor que quisiste trasladar a un nuevo plano, el del compromiso, un plano bajo el que no estaba listo, y en ese momento lo supe, el amor y la burbuja estaban condenados.
Poco a poco los dejamos marchitar, mientras el pánico me hacia presa y no sabia como rescatar un barco que ya hacia rato que se estaba hundiendo.
Tu fuiste mi primer y mas grande sacrificio, acaricie tus noches y tus sueños, solo un rato, probé tus mieles y el deseo, pero no quisiste quedarte.
Alto el precio que he pagado tras tu partida, mientras mi corazón se calma recorriendo los lugares que pasamos juntos, alimentándome de los recuerdos.
Hoy, nuevamente he dejado de lado una buena oportunidad para seguir creciendo en la vida, sigo nutriendo ese sueño que algún día los dos soñamos juntos.
Ese sueño que fuimos construyendo pero que en manos de niños se marchitó como flor en invierno.
Hoy recuerdo que te fuiste de mi lado dejando tirado ese sueño, hoy recuerdo los nuevos mundos a los que he renunciado para conseguir el dichoso sueño.
Tengo miedo de fracasar, pero quiero que mi miedo sea más grande, de no intentarlo.
Porque el día de mañana, cuando despierte, con el sueño hecho realidad, sabre que todo abra válido la pena....
He rechazado dos grandes ofertas de empleo, buenos sueldos, prestaciones, estabilidad, pero todo eso ¿a cambio de qué?
Deje de lado todo eso, por un sueño, que poco a poco se materializa, pero que aún es incertidumbre, no estoy seguro de conseguirlo.
Todo comenzó cuando el amor fue mucho, demasiado, desbordante, crecía y crecía hasta que se convirtió en algo que no cabía en mis manos.
Y como tal, ese amor reventó nuestro mundo, esa burbuja que me cobijaba con tu mirada, con tus besos tiernos, con tus sonrisas sinceras.
Ese amor que quisiste trasladar a un nuevo plano, el del compromiso, un plano bajo el que no estaba listo, y en ese momento lo supe, el amor y la burbuja estaban condenados.
Poco a poco los dejamos marchitar, mientras el pánico me hacia presa y no sabia como rescatar un barco que ya hacia rato que se estaba hundiendo.
Tu fuiste mi primer y mas grande sacrificio, acaricie tus noches y tus sueños, solo un rato, probé tus mieles y el deseo, pero no quisiste quedarte.
Alto el precio que he pagado tras tu partida, mientras mi corazón se calma recorriendo los lugares que pasamos juntos, alimentándome de los recuerdos.
Hoy, nuevamente he dejado de lado una buena oportunidad para seguir creciendo en la vida, sigo nutriendo ese sueño que algún día los dos soñamos juntos.
Ese sueño que fuimos construyendo pero que en manos de niños se marchitó como flor en invierno.
Hoy recuerdo que te fuiste de mi lado dejando tirado ese sueño, hoy recuerdo los nuevos mundos a los que he renunciado para conseguir el dichoso sueño.
Tengo miedo de fracasar, pero quiero que mi miedo sea más grande, de no intentarlo.
Porque el día de mañana, cuando despierte, con el sueño hecho realidad, sabre que todo abra válido la pena....
El día que te fuiste, pasaste a formar parte de ese sueño...