Esta es la crónica de una aventura efímera, como el suspiro en un día nublado, te tome de la mano y caminamos juntos hacia un acto noble, jamás hecho por mí, algo sencillo con la pretensión de solo ayudar. No era la circunstancia en la que te quería ver, pero al final te volví a encontrar, tu sonrisa tan magíca, tus ojos increibles y de una miel tan dulce, tu simpatia inigualable y ese ángel que te acompaña siempre.
Hablamos de tantas cosas, tu entusiasmo era evidente, así como el mío por encontrarnos de nuevo, removiste de nuevo en mí esa ilusión que un día surgió de ser alguien en tu camino, pero que por diversos motivos me hice a un lado. La conversación fluia como la arena bajo el yugo de la gravedad posada sobre el reloj, recordamos cosas y volvimos a conectarnos, nuestras miradas se encontraron y la duda se sembró en mi de nuevo, pero en ese instante en el que estuve a tu lado, no importaba el tiempo o el cansancio, las circunstancias ni el riesgo, ese instante era nuestro, eras tu, eras lo único, eres lo único, luego tome tu mano y todo fue curioso, me sentí tan propio, tan tuyo, caminamos juntos y ese instante fue eterno, fue mio, fue tuyo, era algo que deseabamos desde el primer momento.
Rodeados por una circunstancia dificil, me encontré de nuevo contigo, recordamos nuevamente nuestro lazo, nuestra conexión se volvió a encender, pero no estaba seguro de por cuanto tiempo, fui tu héroe por un instante, fui ese caballero aguerrido que hace todo por su dama, fui ese noble ser que se sacrifico un poco por ella, pero fue un noble sacrificio, un agradecimiento hacia el noble altisimo y todo resulto bien, más que bien, me sentí pleno, de aportar algo, de regresar un poco de lo que la vida me dío. Sabia que nuestro tiempo se terminaba, que las horas se escapaban y que no te volveria a ver pronto, se me escapaban los segundos como plumas en el viento, lígeras y juguetonas, mis labios jugaban a insinuarte que debian estar junto a los tuyos, mi alma moria por tocar tu alma, mis ojos se cautivaban por el movimiento armonico de tu pelo, tu sonrisa era la magia que impregnaba cada segundo que pasaba junto a ti, y de pronto tuvimos que decirnos hasta pronto, con la misma resistencia con la que las flores luchan por marchitarse....
No se que te hice sentir, pero se que sentí por tí, y lo que me entregas fue solo un mensaje, solo un suspiro, solo una palabra, que provoca lo mismo en mi....
Dudando....
Aunque en el fondo, creo que solo uno de los esta dudando....
Tu no eres la luna, la luna esta en tus ojos, tu no eres el sol, pero tu sonrisa ilumina aún más....
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